Sexualidad

Con frecuencia, muchas mujeres tienden a pensar que con la menopausia su vida sexual va a cambiar empeorando sustancialmente o incluso a desaparecer.

Es cierto que la falta de estrógenos a veces produce sequedad vaginal lo que genera una vida sexual incómoda. No obstante, la falta de lubricación en el coito es fácilmente tratable.
Otras mujeres, entienden que la menopausia puede conllevar una disminución de la líbido o falta de apetito sexual. Sin embargo, la disminución hormonal no siempre es un factor determinante de estos síntomas, ya que una relación sexual satisfactoria depende también de factores educacionales y sociales.

Por el contrario muchas mujeres, ya libres del fantasma de un embarazo no deseado, logran vivir más plenamente su sexualidad.

La menopausia genera en el organismo de la mujer una serie de cambios hormonales que sin duda afectan a su vida sexual. El descenso en la producción de estrógenos puede generar:
    · Falta de deseo sexual.
    · Una menor lubricación vaginal.
    · Dolor durante el coito.
 ·Una menor intensidad en la excitación y el orgasmo.
Aunque son graduales, el descenso en la producción hormonal genera una sintomatología que afecta directamente al deseo sexual:
    · Sofocos.
    · Sudores.
    · Palpitaciones.
    · Vértigos.
    · Mareos.
    · Dolores de cabeza.
    · Trastornos del sueño.
    · Atrofia genital.
    · Sequedad vaginal.
Pero también hay una sintomatología que va más allá de lo físico:
    ·  Irritabilidad.
    · Susceptibilidad.
    · Dificultad de concentración.
    · Ansiedad.
    ·  Cansancio, etc.
No cabe duda de que todo ello afecta a la calidad de la actividad sexual, pero hay que asumir el cambio adaptándose a las nuevas exigencias del propio organismo.
Llegada la menopausia se necesita más tiempo para llegar a la fase de excitación y que la vagina empiece a lubricar. La sequedad vaginal puede hacer que el coito sea doloroso o cuando menos incómodo, y que la perspectiva de una relación sexual condicionada por este hecho haga que la mujer pueda perder el interés por el sexo. La solución en este caso es sencilla: tomarse más tiempo para la estimulación y utilizar geles lubricantes, buscando siempre la satisfacción plena.
Otro cambio que se produce con la menopausia es la pérdida del tono muscular del suelo pélvico, lo que, junto a la sequedad vaginal, hace que las contracciones que se producen durante el orgasmo sean menos intensas y duraderas. En este caso, la gimnasia pélvica ayudará a la mujer a mantener el control de estos músculos y con ello la intensidad de sus orgasmos.
Es necesario ser consciente de que se puede y se debe disfrutar de la sexualidad a cualquier edad y que la menopausia libera a la mujer del peso emocional de un posible embarazo. Es tiempo para descubrir con la pareja nuevas formas de disfrutar la vida sexual, incluso de redescubrirla. De hecho, esta puede ser una terapia muy eficaz para superar las actitudes y sentimientos negativos que afloran y se intensifican cuando se llega a la menopausia:
    · Se ha envejecido.
    · Cambian las formas del cuerpo.
    ·  Se siente más sola porque es el momento en que los hijos se van de casa, etc.
Todo ello puede inducir fases depresivas y pérdida de autoestima, además de interferir en la relación de pareja. Sin embargo, una vida sexual plena hará olvidar rápidamente todas estas ideas, sensaciones y actitudes.


LA IMPORTANCIA DE LA SEXUALIDAD PREVIA 

La sexualidad en una mujer de mediana edad, está totalmente condicionada por su sexualidad anterior. Aunque la respuesta sexual puramente fisiológica dependa del estado de salud, la edad y la evolución física y psicológica de las personas, existen gran cantidad de factores psicosociales que favorecen o reducen su capacidad de adaptación. Uno de ellos es precisamente cómo se haya vivido y la sexualidad a lo largo de la vida. 
Por ejemplo, si una mujer ha concebido la sexualidad como un método para la reproducción y no ha tenido hacia ella una concepción positiva seguramente, puede sentir que su sexualidad ya no es aceptada, además de las exigencias físicas que las modas imponen, de forma más acusada para las mujeres.  Por otro lado, en las que tuvieron una buena vida sexual se mantiene, para las que tuvieron miedo al embarazo es una liberación y para las que viven con parejas imposibles es un modo de cortar o bien de distanciar.
Es fundamental para ello, tener las herramientas adecuadas para afrontar una nueva situación y en definitiva, reinventarse. La clave (según López Sosa), está en pensar "yo soy algo más que hormonas": "Debe pensar que está viva y que cuenta con el factor de la madurez y experiencia para poder disfrutar la sexualidad para sí misma y su pareja, sea ésta quien sea".

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